Oregon, por tercera vez

Y es que, definitivamente (a falta de reservar los pasajes) después de dos años vuelvo a los Estados Unidos. No es el plan que expliqué en otro post anterior, porque voy a la misma familia que los dos anteriores años (para reanimar mi inglés en coma mas que nada). Aún nose cómo le voy a decir a Renzo (el peruano que me invitó) que no voy a su apartment, pero seguro que nos vemos a menudo.

Hecho de menos el Starbucks, el bananna shake del Coffee People y el Burgerville. Vivir un mes al estilo más puramente americano no hace mal a nadie, y a mi personalmente me resulta divertidismo. No solo hecho de menos la comida, aparte de mi familia y toda la gente que conozco allá, añoro el Pacifico, las fiestas cronometradas y esa vida tan intima entre todos los vecinos; también ir con la perra a parques inmensos y la costa Oeste en general.

Este año, ademas de intentar no engordar (los dos últimos años no subí kilos) trabajaré en un mini-documental y intentaré visitar San Francisco. El lado oscuro del viaje, en mi caso, es el avión. Odio volar, no en plan movida psíquica de tratamiento, pero me da yuyu. Tengo mucho pánico, pero aguantaré, eso seguro (si me asignan una azafata que este buena mejor).

No os podéis imaginar lo que significa dejar a un lado a los amigos de aquí en tierra, pero bueno, todo sea por el ingles. Asi que nada, este verano os mantendré lo más regularmente informados que pueda desde Portland, OR. ¡Ah! y no perdáis de vista mi flickr.

Nota: Si me queréis encargar cualquier cosa no dudéis en decírmelo (solo conocidos). Por si no lo sabíais Oregon es uno de los dos estados tax free, así que aprovechad.